martes, 10 de febrero de 2009

2.- ¿Quién no se acuerda de ...?

Parece curioso, pero los años nos hacen poco a poco perder la noción de las cosas que a todos nos quedan más alejadas, pero más curioso aún resulta que la conservamos en las cosas que tenemos más próximas. Curioso o no, lo cierto y verdad es que sólo nos acordamos de personajes ilustres de nuestras Cofradías cuando precisamente, aquellas personas de su entorno más cercano nos lo recuerdan bien por sus nombres, bien por sus hechos, por su presencia física o bien por sus nombres cariñosos.

El pasado domingo, vista la tarde que se presentó, decidí sentarme en el salón de mi casa a hojear un libro, lo cogí al azar de la amplia librería que tengo en mi dormitorio, y cual fue mi sorpresa, fruto de la coincidencia, que cuando quise caer en la cuenta del libro que tenía en mis manos, estaba terminando. No era otro más que el libro de "Cáceres en el pasado", del recordado y añorado Juan Ramón Marchena.

Decir el nombre de Juan Ramón Marchena, nos recuerda a este emblemático cofrade de nuestra ciudad, que más de uno simplemente lo conocía como "Juan Ra" o "Marchena", y que tanto hizo por la Cofradía del Nazareno. Hoy, más de un miembro de la Cofradía del Nazareno lo recuerda y añora, por muy diversos motivos; mientras, los demás cofrades, tan sólo lo recuerdan en determinados momentos, o cuando recuerdan alguno de los logros cosechados en vida.

Pero el caso de Juan Ramón Marchena no es el único caso, de la última hornada de ilustres cofrades que se nos han ido: quien no recuerda a Fausto Picapiedra, con su túnica a medio cerrar, dejando entrever la corbata negra que siempre llevaba puesta, en señal del luto al que nos invita la Semana Santa; o Antonio Rubio González, revistiéndose de una manera similar a Fausto Picapiedra, típica forma de vestir la túnica que recordaba a tiempos pretéritos; o Francisco Muriel, que acudía a rezar a Jesús Nazareno todos los viernes del año, hasta que un viernes, Jesús estaba algo más triste porque le faltaba su hijo Kiko en Santiago, aunque realmente estaba gozoso porque lo tenía a su lado.

Por todo ello, no es de extrañar que ahora, que nos prestamos a vivir una nueva Cuaresma en la ciudad, nos hablen de un homenaje de las Bandas de Cornetas y Tambores de la ciudad a Luis Dionisio Iglesias, y poco más que nos sorprendamos, pero cuando nos dicen que tras este nombre se esconde nuestro querido "Cuarto Kilo"... , ¿Quién no se acuerda de "Cuarto Kilo"?

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